Sarah Gilbert, creadora de la vacuna Oxford-AstraZeneca


9 de febrero, 2022

Fuente imagen: BBC

Se dice que en las crisis pueden surgir grandes oportunidades como es el caso de Sarah Gilbert, la científica que lideró el «prometedor» ensayo de la Universidad de Oxford, la vacuna Oxford – AstraZeneca.

La científica de la Universidad de Oxford trabajó contrarreloj intentando conseguir una vacuna que frene al Coronavirus. Gilbert y su equipo de 300 investigadores de la Universidad de Oxford se las han arreglado para «avanzar muchos de los pasos del desarrollo de una vacuna que normalmente toman unos cinco años». 

Su equipo de la Universidad de Oxford junto a la multinacional farmacéutica británico-sueca AstraZeneca realizó ensayos en 1.077 personas. Los voluntarios mostraron una respuesta inmune fuerte, produciendo anticuerpos que combatían el coronavirus-, Gilbert se convirtió en una celebridad de la ciencia. Sara ha dedicado casi dos décadas a la investigación en laboratorios, produciendo vacunas y obteniendo financiación para futuros proyectos.

Inicios de Sara en la ciencia

La profesora Gilbert aseguró que aunque siempre quiso trabajar en la investigación médica, a sus 17 años no sabía por dónde empezar. Su primer paso fue obtener la licenciatura en Biología en la Universidad de Anglia del Este, en Norwich – Inglaterra. Luego, completó un doctorado en bioquímica.

Posteriormente,  enfocó sus investigaciones en la industria de la biotecnología, donde aprendió sobre la fabricación de medicamentos. En 1994, Gilbert obtuvo un puesto postdoctoral sénior en la Universidad de Oxford, en el campo de la genética, parásitos y la malaria. Aquella investigación le dio paso para a trabajar en el desarrollo de vacunas.

Madre y científica

Gilbert dio luz a trillizos en 1998. Un año después se convirtió en profesora universitaria.

«Es muy difícil equilibrar trabajo y vida personal», explica. «Parece imposible cuando no tienes apoyo. Tuve tres hijos. Las tarifas de la guardería eran más altas que mi salario».

Pero Gilbert también cuenta que una de las mejores cosas de ser científica es que no siempre tienes que trabajar largas horas, aunque a veces las cosas se complican. En 2004, era profesora adjunta de una universidad y tres años después comenzó a trabajar en un proyecto de vacuna contra la gripe para la asociación Wellcome Trust de Londres, la cual financió su propio equipo de investigación.

Fuente: BBC


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