Las mujeres bolivianas se caracterizan por su alto rendimiento a nivel educativo y también por su fuerza y empeño laboral, sin embargo esto no garantiza un trato igualitario en diferentes niveles de la sociedad, aún en pleno siglo XXI la brecha de género aun es amplia.
En esa dirección las mujeres continúan la lucha por abrirse espacio en la sociedad. Es así que hoy se puede evidenciar a mujeres dirigiendo diferentes unidades productivas y/o pequeñas y medianas empresas de Bolivia. No solo en las ciudades, sino también en el área rural, las mujeres se encargan de precautelar el bienestar de las familias, del ganado y de la tierra.
¿Por qué es importante educar a la mujer?
De acuerdo a la ONU, es importante incidir en políticas dirigidas a educar a las mujeres de países pobres, porque “son las primeras maestras, las primeras enfermeras y doctoras que curan a sus hijos y a sus vecinos, ayudan a prevenir enfermedades y cuando tienen instrucción, están en mejores condiciones de estimular a sus hijos a salir adelante, estudiar y progresar”.
En otras palabras, las mujeres son un factor de desarrollo importante y aun no se les ha dado la apertura suficiente para su participación y demostración de su potencial para el crecimiento de la sociedad.
Inclusión laboral
Si bien, poco a poco se brinda oportunidades laborales a mujeres en puestos antes reservados solo a los varones, aun el poder de decisión sigue siendo para los varones. otro aspecto es el salario; las empresas, ya sean grandes o pequeñas, formales o informales, continúan otorgando un salario a las mujeres notablemente inferior al de los hombres, pese a realizar la misma tarea y muchas veces con mejores resultados.
Son este tipo de limitaciones que coartan la participación de las mujeres en el mercado laboral, esto no quiere decir que las mujeres no trabajen, más al contrario, la mayoría de las mujeres realizan trabajos no remunerados como tareas domésticas, cuidado de niños, o copan el sector informal caracterizado por la vulnerabilidad, con bajo grado de protección o seguridad e inestabilidad de ingresos. Realidad que vemos día a día en las calles o en nuestros hogares.
Ante la escasez de empleo y la necesidad de brindar sustento a sus familias, muchas mujeres se han visto en la necesidad de desarrollar emprendimientos por su propia cuenta a partir de sus habilidades manuales y/o capacidades creativas. De acuerdo al estudio de Mujeres y Emprendimiento en Bolivia 2011, 37 de cada 100 mujeres se hallan realizando una actividad emprendedora en Bolivia.
Estos cambios impulsados por las propias mujeres, ha desarrollado una generación de mujeres independientes, mujeres líderes que se han destacado en diferentes campos haciendo prevalecer sus derechos, capacidades, habilidades, participación y otros. Que ésta sea una razón para continuar luchando por mayor inclusión de la mujer en la sociedad.
Por Verónica Cayoja Mita
Lic. en Comunicación Social
Twitter: @cayojavioleta