Mediante el estudio Futuros económicos positivos de la Inteligencia Artificial realizado por World Economic Forum se conoce que muchos expertos en informática creen que en este siglo, las máquinas podrán realizar la mayoría de las tareas mejor que los humanos. Dado este tipo de predicciones, es importante pensar en las posibles consecuencias de la Inteligencia Artificial (IA) para el futuro del trabajo y prepararse para diferentes escenarios. El progreso continuo en estas tecnologías podría tener efectos disruptivos: desde exacerbar aún más las tendencias recientes en la desigualdad hasta negar a más y más personas su sentido de propósito y satisfacción en la vida, dado que el trabajo es mucho más que una simple fuente de ingresos.
A partir de talleres y entrevistas con más de 150 líderes de opinión de una variedad de campos diferentes, este informe tiene como objetivo iniciar una discusión sobre qué futuros económicos positivos de la IA queremos y cómo superar los desafíos que podríamos enfrentar para lograrlos.
Prosperidad económica compartida
Los beneficios económicos del progreso tecnológico se comparten ampliamente en todo el mundo. La economía global es 10 veces más grande porque la IA ha impulsado la productividad. Los seres humanos pueden hacer más y lograr más si comparten esta prosperidad. Esta visión podría lograrse adoptando diversas intervenciones, desde la introducción de un régimen fiscal global hasta la mejora de los seguros contra el desempleo. Empoderando las instituciones internacionales distribuirían los beneficios de la adopción de la IA. Los desafíos para la realización de esta visión incluyen el impacto muy desigual del progreso tecnológico, la desaparición progresiva de las ocupaciones de la clase media y las dificultades para lograr la cooperación internacional.
Empresas realineadas
Las grandes empresas se centran en desarrollar y utilizar IA que beneficie a la humanidad, y lo hacen sin tener un poder económico o político excesivo. Las políticas para lograr esta visión incluyen cambiar las estructuras de propiedad corporativa y actualizar las políticas antimonopolio. Para lograrlo, la sociedad deberá superar las dinámicas actuales que conducen a una concentración de poder y riqueza.
Mercados laborales flexibles
Las personas se adaptan al cambio tecnológico y continúan encontrando nuevos trabajos. Se crean nuevos puestos de trabajo que antes no existían. La creatividad humana y el apoyo práctico permiten que las personas tengan tiempo para encontrar nuevos roles. Esta visión podría lograrse mejorando la educación.
Inteligencia artificial centrada en el ser humano
La sociedad decide contra la automatización excesiva y la sustitución laboral. Los líderes empresariales, los informáticos y los responsables de la formulación de políticas optan por desarrollar tecnologías que aumenten en lugar de disminuir la demanda de trabajadores. La sociedad encuentra el «punto óptimo» que humanos y máquinas pueden trabajar juntos. Esta visión podría lograrse mediante la introducción de incentivos que alienten a las empresas a desarrollar IA centrada en el ser humano; por ejemplo, gravando la automatización cuando sea necesario. Los desafíos de esta visión incluyen las dificultades para distinguir durante la fase de desarrollo entre las tecnologías que, en última instancia, complementarán a los trabajadores humanos y las que los sustituirán. Otro es la reforma de la estructura fiscal, que actualmente incentiva a las empresas a automatizar al imponer una carga fiscal más pesada al trabajo que al capital.
Cumplir trabajos
Los nuevos trabajos son más satisfactorios que los anteriores. Las máquinas manejan tareas inseguras y aburridas, mientras que los humanos prefieren los trabajos más productivos, satisfactorios y flexibles. Esto podría fortalecer los sindicatos y aumentar la participación de los trabajadores en los consejos corporativos. El desafío de esta visión es que, en ausencia de intervención, la IA podría hacer que los trabajos sean menos satisfactorios y más estresante, por ejemplo, al respaldar nuevos tipos de vigilancia en el lugar de trabajo.
Empoderamiento cívico y florecimiento humano
En un mundo con menos necesidad de trabajar, el bienestar proviene cada vez más de actividades significativas no remuneradas. Las personas pueden participar en la exploración, la superación personal, el voluntariado o cualquier otra cosa que encuentren satisfactoria. Esta visión podría lograrse apoyando actividades significativas no remuneradas y experimentando con algunas formas de la renta básica universal. Los desafíos de esta visión incluyen el acceso desigual a actividades significativas y la dificultad de mantener la solidaridad social en un mundo donde algunas personas trabajan para ganarse la vida y otras no.
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